Lo único que es verdad en A Cañada son los premios. A lo largo de los años han recibido diversos galardones por su comida, cuya fabada han llegado a coronar como la 'Mejor del mundo'. Pero al parecer, una vez conseguidos los laureles, dueña y cocineros de A Cañada se han relajado. Y han decidido utilizar el buen nombre de las medallas obtenidas para "vender" como casera una fabada que en realidad es de bote.