Una noche en la casa del gobernador, Ricardito embauca a Tragabuche haciéndole creer que es un gran artista. Tragabuche, a partir de ese momento, intentará explotar su vena artística, probando con varias disciplinas: la pintura, el canto, la poesía. Ante la sorpresa del resto de la banda, Tragabuche parece estar más concentrado en su "arte" que en luchar con sus compañeros.