Blancbec, vestido de rey, recibe al conde de Baviera en la frontera. El conde se conmueve y se siente profundamente halagado al ver que el propio rey ha ido a la frontera a recibirlo, pero Blanbec inmediatamente empieza a tratarlo con altivez y rudeza, pues su plan es ofender al conde y arruinar las posibilidades de una alianza.