La familia de D'Artacán llega a París, donde los reciben los Mosqueperros, Pip y Planchet. Salen a la calle, donde encuentran a uno de los guardias del Cardenal fijando un cartel anunciando que los Mosqueperros han sido relevados de sus funciones como guardias personales del Rey y reemplazados por la guardia del Cardenal.